La conmoción que causó el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz destapó varias situaciones inquietantes, las cuales nos ponen a dudar bastante en torno a la posibilidad de tener a corto plazo un acuerdo de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln.
En primer lugar, el solo hecho de haber sido esta organización alzada en armas, la responsable de ese sonado plagio que mantuvo en vilo al país durante 12 días, precisamente en momentos en que el Eln mantiene un proceso de paz con el Gobierno Nacional, se constituyó en motivo de incertidumbre en torno a la presunta voluntad de paz que según lo asegura su jefe negociador, Pablo Beltrán tiene esta organización armada en el marco de las conversaciones que sostiene con el Gobierno Nacional.
Liberado el señor Luis Manuel Díaz, se volvieron a alzar las voces de protesta en contra del secuestro, especialmente por parte del jefe negociador del Gobierno Nacional, Otty Patiño, lo que fue la causa para una respuesta fuera de tono del jefe del Eln, Antonio García quien señaló que nadie debía hacerse ilusiones de que el Eln iba a dejar de secuestrar, a lo que Otty Patiño respondió que no valía la pena tener ninguna clase de controversia con el señor García, puesto que su interlocutor en la mesa de negociaciones, era Pablo Beltrán, lo que también contribuyó a acrecentar las inquietudes en torno al buen rumbo que tiene este proceso de paz.
Además, para completar el enrarecido ambiente, ayer el señor Antonio García, desde Venezuela, socializó u comunicado donde dice que le corresponde al Gobierno Nacional financiar al Eln, mientras se resuelve el proceso de paz en la mesa de dialogo, propuesta que no es nueva, pero que de nuevo empezó a generar múltiples críticas y rechazo.
Tenemos entonces un proceso de paz tambaleante, lo cual es motivo de gran preocupación en el país, especialmente en el departamento de Nariño, donde como todos lo sabemos, el Eln tiene una alta presencia en varios municipios.
La conmoción que causó el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz destapó varias situaciones inquietantes, las cuales nos ponen a dudar bastante en torno a la posibilidad de tener a corto plazo un acuerdo de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln.
Esa debilidad que hoy se ve en este proceso, tiene en estos momentos como causa principal, el tema del secuestro, una olla podrida que destapó la retención por parte de la guerrilla del padre del futbolista Luis Díaz y que ahora, como están las cosas, se ha convertido en una verdadera piedra en el zapato para las conversaciones entre el Gobierno Nacional y el Eln.
Por lo tanto, lo que hoy podemos decir en torno al proceso de paz con el Eln, es que las dudas son muchas y las certezas pocas. De por sí, como lo demuestra la historia de los intentos de paz que se han intentado hacer con este grupo alzado en armas, siempre ha sido muy difícil negociar con esta guerrilla, que como ya lo hemos dicho muchas veces, suele golpear duro, cuando precisamente se encuentra en conversaciones con el Gobierno, como lo acaba de demostrar con el secuestro del señor Díaz.
Por ese plagio que le dio la vuelta al mundo, es que el dialogo sigue enfriándose y, de no ocurrir nada milagroso, todo apunto a que se va a estancar. Todo depende ahora, de la voluntad de paz de ambas partes y de que se resuelva el traumático tema de los secuestros.
En ese sentido, debemos ser realistas y anticipar que bajo ningún punto de vista es viable que el Gobierno Nacional vaya a subvencionar al Eln, lo que quiere decir que los secuestros continuarán.

