Por: Carlos Gallardo
El secuestro del papá del jugador de la selección Colombia Lucho Díaz, el pasado 28 de octubre, se ha convertido en algo muy mediático, precisamente porque es el progenitor de un famoso jugador de futbol y obviamente el Ejercito de Liberación Nacional, Eln, que se adjudicó este delito atroz, deberá liberarlo lo más pronto posible, sin embargo, pienso que no solo a Díaz deben devolverle la libertad sino a todas aquellas personas tanto civiles como militares que tiene ese grupo subversivo.
Como es posible que, en medio de una tregua, un cese al fuego y unos supuestos diálogos entre el Gobierno Nacional y estos criminales, se presente un secuestro, sigan matando gente y desplazando en varias partes del país y el presidente continúe con las reuniones y todo siga como si no pasará nada.
Definitivamente estos salvajes, integrantes de la guerrilla, se le están burlando en la cara al señor presidente de Colombia, Gustavo Petro, ya que no es justo que, en medio de unos diálogos, sigan ocurriendo estos crímenes de lesa humanidad y no se tomen cartas en el asunto.
Opino que se deben suspender los diálogos y acabar de una vez por todas con este grupo, aumentar el pie de fuerza en los departamentos más golpeados por este grupo criminal como son Cauca, Nariño y Putumayo y aniquilar a sus comandantes de una vez por todas, para que la gente recupere su tranquilidad y estos animales no se sigan burlando del país y de la gente inocente.
Pienso que la verdadera paz de Colombia debe llegar por la fuerza y acabando con los guerrilleros uno por uno, ya que en este país ya tuvimos una experiencia de una supuesta paz firmada por el Gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Las Farc, los cuales tiempo después conformaron la Segunda Marquetalia y aún existen Las Disidencias de Las Farc.
Entonces en este orden de ideas se debe tomar medidas extremas, porque estos guerrilleros van a seguir con la misma criminalidad y burlándose de los dirigentes y de todos los colombianos, aunque se vuelva a firmar la supuesta paz, las veces que sea.
Como dice un viejo dicho, muerto el perro muerta la chanda y hasta que estos guerrilleros no estén bajo tierra, vamos a seguir informando sobre secuestros, asesinatos, desplazamientos, violaciones a los Derechos Humanos, aunque el Gobierno crea que las cosas se van a solucionar dialogando con estos animales que no tienen corazón.
Por último, quiero enviar un mensaje a los guerrilleros del país, Libérenlos ya a todos y cada uno de los civiles, militares y policías que tienen en su poder y demuestren que en realidad quieren la paz de Colombia y acaben con ese circo mediático, antes de que llegue alguien al poder y los acabe a todos ustedes.

