Después del “susto” que dio Javier Milei en las elecciones primarias donde obtuvo la primera votación con un 36% venciendo al candidato peronista Massa, ministro de economía, el peronismo vuelve a respirar con cierta tranquilidad con la poca ventaja en la primera vuelta.
Paras nosotros los colombianos, es difícil entender como el ministro de economía con una inflación del 140% y una pobreza acrecentada del 40% de la población, pueda aspirar a la presidencia de Argentina. Pero las circunstancias en el país del sur son diferentes a las de acá. Básicamente se diría que el peronismo posee una fidelidad a su partido, después del caudillismo de Eva Perón. En Colombia así o parecidamente funcionaban las cosas en el siglo pasado entre liberales y conservadores. Un liberal votaba liberal, aunque el candidato conservador tuviera mejores calidades y viceversa, después evolucionó en algo parecido como lo que se llamó en aquella época el clientelismo.
Pero en Argentina se nota un cansancio de las crisis cíclicas, y no cualquier crisis, sino profundas en la economía que repercute intensamente en lo social. Esto lleva a pensar que no queda de otra votar por el menos malo, como el ministro de economía actual con una situación desastrosa al borde del default.
En estas situaciones surgen los “salvadores” y cala el populismo e ideologías extremas como la del candidato Milei con propuestas absurdas acompañadas de expresiones extravagantes como “la motosierra para la clase política gobernante”. Queda la segunda vuelta para disputar con el ministro Massa el 17 de noviembre que seguramente ganará las elecciones por el retroceso en la primera vuelta del ultra derechista Javier Milei.
Argentina es un país muy rico al punto que en la primera mitad del siglo anterior fue considerado el granero del mundo, ocupando un lugar de avanzada en el concierto de las naciones. Deseamos lo mejor para Argentina, clave en América Latina.