Por: Manuel Antonio Rosero Trejo
Con el título para Millonarios en el fútbol profesional colombiano en el primer semestre queda demostrado que los procesos bien fundamentados son necesarios para conseguir resultados, dejando un ejemplo para muchos equipos del rentado nacional.
Este título llegó para Alberto Gamero como premio a un proceso en un grande, algo no tan fácil de consolidar en el fútbol colombiano por la exigencia de resultados y la inmediatez de los mismos en los clubes históricos de nuestro país.
Gamero lidero un grupo que entra en la historia de los Embajadores, con una idea de juego clara, la iniciativa en cualquier cancha y la proyección de los jóvenes son algunos de los aspectos que se destacan en este proceso que tenía una deuda que ya saldó: Ser campeón de Liga.
El técnico samario ha pasado por cinco clubes de la máxima categoría del FPC, empezando por Boyacá Chicó, en el que empezó como preparador físico, luego de otras experiencias volvió como asistente de Mario Vanemerak y en 2006 tomó el cargo de técnico. En el primer semestre de 2008 le dio la única estrella que tiene hasta ahora este equipo tras dar la sorpresa en la final ante un grande como América de Cali.
En Tolima estuvo desde 2014 hasta 2019, periodo interrumpido por un paso fugaz por Junior en 2017. Allí conquistó la Copa Colombia de 2014 y la Liga 2018-I, al igual que con Chicó, por penales y nuevamente ante un grande: Nacional.
Finalmente su proceso en el cuadro capitalino se ha caracterizado por darle importancia a la pelota y tomar la iniciativa en cualquier cancha. La elaboración fue una virtud en los últimos años, pero el Millonarios de este semestre fue más efectivo a través del juego directo, con el desequilibrio de sus extremos, generalmente Óscar Cortés y Daniel Cataño; las ideas y visión de Mackalister Silva para entender los momentos de los partidos, y en el área el goleador Leonardo Castro.
Resaltar que en sus declaraciones finales luego de conquistar el titulo Gamero no se olvidó de sus colegas de profesión y les dedicó el triunfo a los técnicos de la liga, así como hizo mención especial para Jhon Mario Ramírez.
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“Quiero dedicar este título a todos los técnicos colombianos, que camellemos, que sigamos, que en muchas cosas somos buenos. No es una profesión fácil, es una profesión dura. Se lo dedico a todos ellos. Al profesor Luis Fernando Montoya, hoy hablé antes del partido. A todos esos técnicos que estamos trabajando y luchando por esta alegría”, palabras que demuestran que su profesión, desafortunadamente, se basa en resultados a corto plazo y por eso la gran cantidad de técnicos que han salido por este factor.