Editorial Diario del Sur

MENOS VACACIONES, PERO DEL SUELDO, ¿QUÉ?

Para los colombianos constituye motivo de alegría la aprobación en las últimas horas en su octavo y último debate, del proyecto de reforma constitucional que reduce el período de receso legislativo de los senadores y representantes a la Cámara del Congreso de la República.

De esta manera, con 136 votos a favor y ninguno en contra, se oficializa que los congresistas deberán iniciar sus sesiones a partir del 16 de febrero y no el 16 de marzo, como eras la fecha tradicional, lo que hace parte de normas que se quieren aprobar para empezar a cambiar la mala imagen que desde hace varios años rodea al Congreso, corporación que muchas veces ha sido acusada de extremada ‘vagancia’ en sus actividades.

Por algo se comienza en este propósito de enmienda que por estos días embarga a nuestros congresistas, por lo que consideramos como un buen antecedente, esta reducción en un mes de las vacaciones de los senadores y representantes a la Cámara, la cual ahora pasará a sanción presidencial. En este caso, tuvo que pasar una década de luchas y varios intentos fallidos en los que el proceso se quedó a mitad del camino, para que esta disminución del tiempo de descanso de los señores congresistas se hiciera realidad, lo que sin duda alguna será fundamental para agilizar el trabajo de los parlamentarios y ha sido recibido con general beneplácito en el país.

Para los colombianos la dicha sería completa sí también de manera unánime, los congresistas, así como se bajaron su tiempo de descanso, igualmente se reduzcan sus salarios, lo que también se ha intentado varias veces, pero nunca se ha logrado salir adelante con este objetivo, a pesar de que, en su oportunidad, numerosos partidos han planteado ese propósito.

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Luego de esta importante aprobación, nos parece que para los colombianos la dicha sería completa sí también de manera unánime, los congresistas,  así como se bajaron su tiempo de descanso, igualmente se reduzcan sus salarios, lo que también se ha intentado varias veces, pero nunca se ha logrado salir adelante con este objetivo, a pesar de que, en su oportunidad, numerosos partidos han  planteado ese propósito, dando a conocer numerosas alternativas por medio de las cuales se podría llevar a cabo, lo que paradójicamente muchas veces ha entorpecido estos procesos.

En ese sentido, lo importante ahora es que la Comisión Primera del Senado aprobó una iniciativa de la autoría del senador Jota P. Hernández, en la que se busca rebajar de manera considerable las remuneraciones de los congresistas, lo cual se constituye en una nueva esperanza, si bien debemos advertir que, a este proyecto de ley, todavía le falta un largo camino por recorrer.

Si bien, los antecedentes de este propósito nos indican que no debemos ser muy optimistas, puesto que con anterioridad se han presentado 23 proyectos en ese sentido, todos los cuales se han hundido, ahora en este propósito que tiene el Congreso de la República, de limpiar su maltrecha imagen ante millones de colombianos, podría vislumbrarse una lucecita al final del túnel, la cual haciendo cuentas, le podría representar a Colombia, un ahorro de más de 9 mil millones de pesos al año, teniendo en cuenta que el salario promedio de cada congresista es de 38 millones de pesos mensuales.

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Por lo menos, consideramos justo destacar que todo parece indicar que, por primera vez en mucho tiempo, se observa una real voluntad de un número significativo de congresistas, de aprobar la disminución de sus sueldos mensuales e igualmente de renunciar a algunos de los beneficios de los que gozan en estos instantes.

De este modo, estaremos muy pendientes de lo que pueda ocurrir con esta vieja iniciativa de la rebaja de sueldos de los congresistas, que ahora podría tener un nuevo y reconfortante aire.