Por: Danny A. Ruales B.
A pesar de los intentos por lograr ser escuchados ante las altas cabezas del gobierno, el sector de la cultura de Colombia está aún sin la definición palpable de un representante que escuche y fortalezca todos los proyectos y acciones que se tienen previstos en el contexto nacional dentro de lo propuesto por el nuevo presidente.
Grupos de artistas, de cultores, las comunidades, gremios, organizaciones del sector cultural están demasiados inquietos y a la vez impacientes por el gran vacío que existe en estos momentos en el Ministerio de Cultura y más, luego de sus intentos por que sean escuchados y para lo cual no han recibido alguna respuesta que les respalde y también les brinde tranquilidad.
La cultura como en todos los territorios es de gran trascendencia para el fortalecimiento de la salvaguarda de tantas manifestaciones, espacios y personajes únicos e inherentes que han venido colándose y remembrando la cotidianidad como símbolos de una identidad propia y única pero que, actualmente, en el espacio colombiano no se han tenido en cuenta ante tantos pronunciamientos y gritos de personas que quieren continuar con la preservación de estos legados.
Vale la pena recalcar las palabras del gran escritor colombiano Gabriel García Márquez “Se cree que la cultura son solo las bellas artes. No. La cultura es eso, pero es también la cocina, la moda, la educación, la ciencia, las religiones, el folclor, el medio ambiente, el modo de amar, en fin, todo lo que el ser humano agrega o quita para mejorar o perjudicar a la naturaleza”, es decir la cultura está en todo y es de todos, lo cual es fundamental comprender en un contexto de mandato nuevo ligado a la innovación, participación y desarrollo sostenible en donde su mayor fortaleza debería ser la participación ciudadana y el abordaje cultural desde una mirada más inclusiva.
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Es por ello, que se debe seguir alzando la voz y que cada esfuerzo valga la pena para que resuenen las necesidades de un sector que necesita de manera oportuna e inmediata la elección de una nueva persona que lidere y direccione todos los proyectos, planes, estrategias estancados y a la vez escuche el sentir y pensar de tantos que aprecian la identidad de nuestro territorio y quieren que siga trasmitiéndose de una manera adecuada y participativa a las futuras generaciones de nuestro país.