Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera
Aprovechando el puente festivo, me traslade al Corregimiento de Cabrera para así disfrutar de un cambio de ambiente, lejos del bullicio y la polución citadina. Cuando comencé a salir de la ciudad por la vía al Oriente, me encontré un panorama terrible, una carretera en el peor estado que propicia los accidentes de tránsito teniendo en cuenta la afluencia en el sector y como en la mayor parte de la malla vial del municipio, nadie se preocupa por esta situación.
Esta vía conecta Pasto con uno de los pocos atractivos que tiene el municipio, La Laguna de La Cocha, sin embargo esto no se ha tenido en cuenta y el estado de la carretera es terrible, afectando el turismo hacia la zona rural al igual que el acceso a los barrios El Popular y Rosal de Oriente, que a pesar del paso del tiempo siguen siendo estigmatizados y poco visibilizados.
El acceso a los barrios y sectores de nuestro municipio redundan en la calidad de vida de sus habitantes, es una máxima de la Gestión Pública, pero por lo visto, los dirigentes de Pasto ni poco ni nada de estos temas, pues un 60% de la malla vial del municipio se encuentra en pésimas condiciones y esta es una verdad a gritos.
Soy testigo de los diferentes esfuerzos de las juntas de acción comunal de estos sectores quienes casi a contracorriente, han logrado importantes beneficios para estos sectores, mejorando ostensiblemente problemas que se vivían reiteradamente en estas comunidades, sin embargo todo no puede ser peleado, las personas que viven en esta ubicación también son habitantes de Pasto y sus necesidades deben ser atendidas sin intermediarios ni similares.
Cuando es temporada política, los “cazadores de votos” que mudan de piel como la serpiente, visitan estos barrios, hacen aguapanelazos, marchas, se reúnen para recoger firmas y organizan todo tipo de bazares y encuentros para lograr su cometido, pero después de elecciones, nunca más vuelven a recorrer estos lugares.
Solo quiero que los lectores de estas líneas se transporten al mencionado tramo vial, espacio del cual se usa todos los dias, en el kilómetro entre la desviación de Buesaquillo y la vía perimetral no hay pavimento, sino cráteres que se deben recorrer por automóviles de todos los cilindrajes a cualquier hora del día. Solo imaginen el recorrido de una persona en moto que vive en el sector y tiene que transitar el lugar en la noche y en medio de una fuerte lluvia como las que se están viviendo en estos días… El coctel esta servido para causar un accidente de tránsito.
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Hago un llamado a la administración municipal a mirar estos barrios, no con desdén, sino con ojos de liderazgo, y así incidir positivamente en los mismo, Pasto tiene 4 salidas a otros territorios, la peor de ellas es la salida oriental, ya es hora de pensar en global, no solo en las mismas y los mismos de las fotos de cada día de sus redes sociales.
Las obras de ciudad no son los reparcheos que se quiebran a los 4 meses, o la recuperación de tramos viales de 10 metros, las obras de ciudad son las que cambian la cara radicalmente de Pasto, obras que brillan por su ausencia en esta administración.

