Por: Claudia Zambrano Erazo.
A propósito del primero de mayo y la celebración del Día del Trabajo el cual muchos lo tomaron como excusa para emborracharse ‘hasta las chanclas’, como se dice popularmente, es el momento perfecto para destacar y resaltar el trabajo que hacen docenas de nariñenses para salir adelante.
Para nadie es un secreto que Pasto y el departamento de Nariño no cuenta con empresas e industrias que permitan oportunidades laborales para todos los habitantes del territorio, es más semestralmente salen nuevos profesionales con las ganas al 200% para poder ejercer su carrera y se chocan con la realidad de que no hay puesto o tienen que trabajar en actividades diferentes porque necesitan experiencia, les falta edad o simplemente no tienen el recomendado para poder tener el puestico.
Lo cierto de toda esta situación que no es nada diferente a lo que ya conocemos y todos hablamos, es que, si bien trabajo no hay, a muchos nariñenses les sobran ganas para salir y sacar a su familia adelante. A través de la revista IMPULSO han sido muchas las historias de vida que he conocido en las cuales me maravillo de la capacidad de las personas para alcanzar sus sueños; es más, si algo me causa gran sorpresa es que en su mayoría, muchos emprendimientos han nacido luego de la pandemia del Covid-19. Lo ilógico es que después de una alteración mundial como fue la pandemia, quedaron cosas positivas no solo en el mundo, sino en cada uno de los departamentos. Tal vez como dicen por allí a veces es necesario tocar fondo para poder renacer y superarse.
Los emprendimientos en esta región y principalmente en Pasto son el pan de cada día y es gratificante darse cuenta como poco a poco siguen creciendo las oportunidades para que adultos mayores, jóvenes y hasta niños piensen desde ya en que quieren generar trabajo y cambiar su manera de vivir. Si bien no hay empresa, hoy en día se está trabajando por sacar adelante pequeños proyectos, que muy posiblemente en un futuro se conviertan en grandes oportunidades para apoyar no solo la economía personal sino la de este departamento que tanto lo necesita y el cual ha sido fuertemente golpeado por diferentes situaciones que se salen de las manos pero en las cuales se debe pensar a la hora de tomar decisiones importantes en pro del crecimiento comunitario.
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Déjenme decirles que admiro mucho la iniciativa de estas personas jóvenes, grandes y chicas que cumplen sus sueños y mucho más de esas que encuentran en las dificultades las ganas para poder superarse, porque a veces por el temor de fracasar no somos capaces de correr ciertos riesgos, espero que cada día sean más los emprendimientos que aparezcan por aquí para dejar huella y lo más importante que esos pequeños negocios crezcan de tal forma que se conviertan en la fuente de ingresos de muchos nariñenses. Es momento de empezar a cambiar ese pensamiento negativo de que estamos ‘fregados’ porque no hay oportunidades cuando la mayoría de las veces las opciones están en nuestras manos pero las dejamos reposar por el temor de poder enfrentarlas y aprovecharlas.