Pablo Emilio Obando.

¿Fin de luna de miel CUT y Petro?

Por: Pablo Emilio Obando.

“Los trabajadores públicos, representados principalmente en la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), en la Confederación General del Trabajo (CGT), Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), y la Federación Nacional Estatal Únete, habían acordado previamente solicitarle al Gobierno nacional un aumento salarial para este 2023, retroactivo desde el primero de enero, del 18,12 %, es decir, un aumento del IPC (que fue de 13,12 %) más un 5 % adicional. No obstante, en el encuentro pactado para hoy, el viceministro técnico de Hacienda, Gonzalo Hernández Jiménez, les hizo una propuesta mucho menor a la que los sindicatos plantearon: les ofreció un aumento salarial del IPC (13,12 %) más 0,55 %, para un total de 13,67 %”.

Para Francisco Maltés Tello, Presidente Central Unitaria de Trabajadores, la propuesta realizada por el presidente de los colombianos se constituye en una verdadera burla y en un real asalto a los intereses de los trabajadores que daban por seguro que su solicitud sería aceptada por un gobierno al que consideran amigo y que con sus votos contribuyeron a elegir. En diciembre del año pasado los trabajadores y sindicatos presentan su propuesta con la certeza de una negociación acorde a sus pretensiones: «Hoy las centrales sindicales presentamos la propuesta general nuestra y unificada, que es el 20%, acompañada de unos ingredientes adicionales, sobre todo la regulación de los precios de la canasta familiar, el tema de transporte, de los intereses bancarios, y los costos de la electricidad. Esa es nuestra propuesta”, aseguró Jhon Jairo Caicedo, presidente nacional de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC). Las centrales obreras no entienden este despropósito económico de un gobierno al que consideran amigo y de cara a sus intereses salariales. Anuncian paros, protestas, huelgas y marchas en contra de unas medidas lesivas a sus verdaderos intereses. Transcurridos cuatro meses del año 2023 aún no se reajustan los salarios afectando gravemente la capacidad adquisitiva de los trabajadores colombianos, que esperaban con paciencia y esperanza un incremento realmente significativo. Ese 0.55% ofrecido por el gobierno nacional se considera una ofensa y un agravio al trabajador colombiano. Una propuesta «que parece hecha en las oficinas del Fondo Monetario Internacional» por lo displicente y reaccionaria.

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Los sindicatos y sus representantes deben hablar claro y no andarse por las ramas, pues no es aceptable que se diga que los causantes de esta afrenta son funcionarios de la derecha, agazapados en el gobierno de Gustavo Petro Urrego. Doble ofensa por la sencilla razón que se reconocería la incapacidad e ineptitud de un presidente que ni siquiera es capaz de manejar o tomar las decisiones de gran envergadura laboral y salarial. Duro momento para el sector gremial y sindical que miran y escuchan impávidos una negociación que creían fácil y generosa, pero que ha resultado dura y decepcionante. Se anuncian vientos de paros y protestas a un gobierno amigo y de izquierda por las mismas huestes que lo llevaron al poder. Desconcierto e incertidumbre de unas masas que no entienden el actuar de un gobernante que ofreció la redención en momentos de zozobra. Ver para creer la actual coyuntura y negociación salarial entre el ejecutivo y los sindicatos de trabajadores.