El consumo de alcohol contribuye al dolor crónico

El consumo de alcohol contribuye al dolor crónico

El consumo crónico de alcohol puede aumentar la sensibilidad al dolor a través de dos procesos bioquímicos distintos, uno impulsado por la ingesta de alcohol y el otro por la abstinencia de alcohol. Esa es una nueva conclusión a la que llegaron los científicos de Scripps Research que investigan las intrincadas relaciones entre el alcohol y el dolor.

La investigación, publicada en el British Journal of Pharmacology, también sugiere posibles nuevos objetivos farmacológicos para tratar el dolor crónico y la hipersensibilidad asociados al alcohol.

«Existe una necesidad urgente de comprender mejor la calle de doble sentido entre el dolor crónico y la dependencia del alcohol», dice la autora principal Marisa Roberto, PhD, Presidenta de Medicina Molecular de la Familia Schimmel y profesora de neurociencia en Scripps Research. «El dolor es un síntoma generalizado en los pacientes que sufren de dependencia del alcohol, así como una razón por la que las personas se ven obligadas a beber de nuevo».

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El trastorno por consumo de alcohol (AUD), que abarca las condiciones comúnmente llamadas abuso de alcohol, dependencia del alcohol y adicción al alcohol}  , afecta a 29,5 millones de personas en los EE. UU. según la Encuesta nacional sobre uso de drogas y salud de 2021. Con el tiempo, AUD puede desencadenar el desarrollo de numerosas enfermedades crónicas, incluidas enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades hepáticas y algunos tipos de cáncer.

Entre los muchos impactos del consumo de alcohol a largo plazo está el dolor: más de la mitad de las personas con AUD experimentan dolor persistente de algún tipo. Esto incluye la neuropatía alcohólica, que es un daño a los nervios que causa dolor crónico y otros síntomas. 

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Los estudios también han encontrado que AUD está asociado con cambios en la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor, así como cambios en la forma en que se produce la activación del sistema inmunitario. A su vez, este dolor puede conducir a un mayor consumo de alcohol. Además, durante la abstinencia, las personas con AUD pueden experimentar alodinia, en la que un estímulo inofensivo se percibe como doloroso.

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Roberto y sus colegas estaban interesados ​​en conocer las causas subyacentes de estos diferentes tipos de dolor relacionado con el alcohol. En el nuevo estudio, compararon tres grupos de ratones adultos: animales que dependían del alcohol (bebedores excesivos), animales que tenían acceso limitado al alcohol y no se consideraban dependientes (bebedores moderados) y aquellos a los que nunca se les había dado alcohol.