Por: Jorge Enrique Tello Chávez
Los creyentes heredamos de nuestros mayores, el conmemorar la Cuaresma para celebrar la Semana Santa o Mayor, asistiendo a las programaciones de nuestras parroquias, en donde recordamos, la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en su primera venida a la Tierra. Partiendo la Historia de la Humanidad Antes y Después del Nacimiento del Salvador en el Portal de Belén.
Muchas familias programan su peregrinación a los Santuarios de las Lajas, Jesús Nazareno en el Tambo y Nuestra Señora de la Playa en la Cruz. Varios caminantes lo hacen a pie y en estas épocas de invierno, las Autoridades de Socorro, les sugieren no utilizar las trochas, para evitar accidentes que afecten su humanidad.
En nuestros hogares, se preparan “Los Doce Platos”, en donde lo tradicional en Nariño, es la Juanesca. Compramos dos calabazas tiernas en el mercado. Se cortan en tajadas, se extrae la parte blanca en cuadritos, los cocinamos en una olla con agua; la meneamos hasta alcanzar una masa homogénea, la tamizamos para extraer el agua. En una paila grande aparte, preparamos la sazón con un poco de consomé de gallina, azafrán o cúrcuma, cominos, sal, ajo, cebolla y una copa de aceite de oliva.
En otra olla, cocinamos el fríjol, arveja; ollocos, papa, y mazorcas de choclo; hasta alcanzar su hervor. Le agregamos la calabaza escurrida en un cedazo, revolviendo todo su contenido. Llevándolo al fuego medio. Le agregamos la harina del maní tostado, revolviendo todo su contenido. Quedando lista para servir a la meza. Aparte preparamos el arroz, las truchas, tilapias, mojarras, nicuros o bocachicos, que serán pescados frescos.
También puede acompañarse con pescado seco traído de Tumaco, Puerto Asís y Leticia. Se pueden reemplazar con las sardinas y atunes enlatados traídos del Ecuador. Porque en Colombia a pesar de tener dos océanos, no existen fábricas que los produzcan, la última, Marcol
Hablamos de los Doce Platos: Que los iniciamos con el Aperitivo de las copas de vino rojo, que los miembros de la familia oramos, agradeciendo a Dios por estar reunidos en nuestro hogar. Luego se sirve en varios platos la Juanesca, el arroz, el queso campesino que se espolvorea encima de la calabaza bien caliente. De sobremesa están los jugos de fruta natural de mora, lulo, tomate, guayaba o guanábana. En la tarde o en la noche, se sirve el chocolate bien caliente, con pambazo o hallullas que son panes de dulce o con palanqueta de sal y una buena taja de queso.
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Muchas familias en este Viernes Santo, comparten gustosos el Pan de Ayuno, invitando a sus familiares, allegados y amigos a participar en la Cena del Señor, que nos traslada a la Última Cena, en donde Jesucristo nos compartió Su Cuerpo y Su Sangre. Instituyendo el Sacramento de la Eucaristía, que lo realizamos hasta hoy, en Su Memoria, uno de los Grandes Misterios que nos conecta con la Divina Providencia.