Editorial Diario del Sur

EXPECTATIVAS DE PAZ EN NARIÑO

Si hay una zona en el país que anhela la firma del Acuerdo de Paz, entre el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional Eln, esa es nuestro Departamento de Nariño, que durante décadas ha sido azotado por las acciones de violencia de esta organización alzada en armas.

De allí que, en estos momentos, estemos esperando con optimismo, el comienzo de la tercera fase de las conversaciones, las cuales se reanudarán en La Habana, Cuba, esperanza que se acrecienta al conocer en las últimas horas, la serie de  recomendaciones que, en Ciudad de México, concertaron el Gobierno Nacional y la delegación negociadora del Eln, en lo relacionado con los alivios humanitarios, en los que se habla  de la iniciativa  de crear una coordinación interinstitucional nacional con sedes en el Litoral Pacífico, lo que incluye los puertos de Tumaco y Buenaventura.

Se trata de una noticia importante puesto que sabemos muy bien, como una de las zonas de nuestra región más afectadas por la presencia del Eln, es nuestra costa Pacífica, la cual durante mucho tiempo ha sido escenario de toda clase de episodios de violencia, lo que ha repercutido de manera negativa en el bienestar de sus habitantes y el progreso de la zona.

Por ello, luego de conocerse las recomendaciones acordadas entre las dos partes, sentimos que este proceso de paz avanza por buen camino con la proyección de puntos básicos que  servirán de hoja de ruta en los próximos diálogos de La Habana, como lo son, la defensa de la vida, el fortalecimiento de las autoridades étnicas, las denuncias y peticiones de las mujeres, en torno a la violencia de la que han sido víctimas en el marco del conflicto, las defensas de los Derechos Humanos, la libre movilidad, la participación social y, el punto ya anotado, del Litoral Pacífico.

«Si hay una zona en el país que anhela la firma del Acuerdo de Paz, entre el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional Eln, esa es nuestro Departamento de Nariño, que durante décadas ha sido azotado por las acciones de violencia de esta organización alzada en armas».

Por lo tanto, luego de estas primeras fases exploratorias en  este nuevo intento de paz entre el Gobierno Nacional y el Eln, que se iniciaron en Venezuela, luego pasaron a México y ahora continuarán en Cuba, nos encontramos en medio de una gran expectativa, puesto que estamos seguros que el concretar este acuerdo, luego de la firma de la paz, que se hizo con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, será la panacea que le permitirá al Departamento de Nariño y en especial a su costa Pacífica, empezar a recorrer el camino hacia una nuevo horizonte, de progreso y desarrollo.

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Lo cierto es que en lo que corresponde a este nuevo intento de hacer la paz con el Eln, tenemos buenas y esperanzadoras sensaciones con las conversiones que se van a reanudar en La Habana.

En ese sentido, no podemos olvidar el papel protagónico que ha tenido Cuba en nuestras negociaciones de paz, puesto que ese fue el escenario donde se firmó el acuerdo de paz, entre el Gobierno del entonces presidente, Juan Manuel Santos y las Farc.

Es importante recalcar que esa colaboración incondicional de Cuba, no es de ahora, sino que data de muchas décadas atrás, en los que ese país, ha contribuido de manera decidida a los esfuerzos de construcción de la paz en Colombia.

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Precisamente sobre el proceso que se lleva a cabo en estos momentos con el Eln, es de recordar que, en el 2019, ese fue el escenario de otro intento de paz, durante el Gobierno del presidente de la República, Iván Duque, el cual se suspendió de manera abrupta por el atentado de esa guerrilla contra la Escuela de Cadetes de la Policía,  que le costó la vida a 23 personas.

Ahora la esperanza es grande en que esta vez, las conversaciones, le abran la puerta a la firma del esperado armisticio. Ya, con el mandato de Gustavo Petro, son 7 los presidentes que trataron de firmar la paz con el Eln, en intentos que acabaron en rotundos fracasos. Por lo tanto, el que en esta nueva oportunidad se pueda lograr el éxito sería colocar la primera piedra de la paz total y eso es lo que anhelamos millones de colombianos.