Asesinado
La labor de los misioneros de predicar a lo largo del mundo ciertamente es admirable, pues muchos dejan sus sueños atrás para enfocarse en el trabajo de Dios. Si bien puede parecer algo maravilloso, no todas las historias tienen un final feliz, y tristemente este es uno de esos casos. Un joven misionero estadounidense, que ya había llevado la palabra del Señor a diferentes lugares, tenía el deseo de visitar la Isla Sentinel del Norte, ubicada en el océano índico; algo que parece no muy descabellado.
Sin embargo, sus planes eran evangelizar a los nómadas o personas que allí vivían. El problema estaba en que dichos individuos son considerados uno de los grupos indígenas más hostiles del planeta. Aquellas personas viven alejadas de todo lo que conocemos en el mundo, y debido a esto, han tomado una personalidad bastante agresiva; razones por las que el acceso a la isla está completamente prohibido.
A pesar de ello, el joven predicador quería establecer el reino en ese lugar, por lo que intentó acercarse varias veces, llevando regalos, pero aún así, tuvo que huir en más de una ocasión, hasta que lamentablemente, fue asesinado a flechazos por los sentinel. Su historia conmovió e impactó al mundo en su momento, y aunque a muchos les pareció una locura, nos ha dejado un ejemplo de perseverancia y amor por la salvación de las almas.