Por: Alejandro Reyes.
Pasto es una ciudad intermedia con todas las oportunidades por delante para planificarse y ordenarse adecuadamente. Reconociendo sus aciertos y desaciertos los pueblos de Pasto pueden edificar una ciudad maravillosa, sostenible, a la vanguardia del desarrollo humano, o puede mantenerse anclada al pasado en los intereses de algunos mercaderes que no les interesa más que su bolsillo.
Vital es reconocer que la ciudad de Pasto hoy esta diseñada con muy bajos estándares de sostenibilidad ambiental y de cuidado y protección de los peatones, a quienes debe reconocerse como figuras centrales en esta ciudad. Vital es el nombre del proyecto que busca peatonalizar la calle 18 entre carreras 18 y 27, y la calle 19 entre carreras 21 y 26. La calle 18 se convertirá en un maravilloso corredor ambiental, un espacio donde adultos mayores, jóvenes y niños podrán caminar tranquilamente, visitando con mayor tranquilidad locales comerciales y espacio público sin el asedio de los vehículos y su contaminación. La Calle 19 será un corredor cultural que impulsa la lógica de la senda del carnaval como estrategia de fortalecimiento cultural en el centro; ambas calles con mobiliario renovado y espacio público para los que somos biciusuarios o fanáticos de la apreciación arquitectónica del centro.
En medio de una crisis climática que golpea sin distingo a ricos y pobres del mundo, la adaptabilidad de las ciudades avanza hacia la desincentivación del uso de vehículos, impulsando la movilidad sostenible como estrategia de desarrollo territorial. Reverdeciendo las ciudades y construyendo más espacio público para el disfrute de las personas. Ese es un camino que ha propuesto la alcaldía de Pasto sobre el cual hay acuerdos y contraposiciones, estas últimas sobretodo fundamentadas en la lógica del capital y no en la lógica del ser humano.
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En este sentido, el debate debe centrarse en el interés colectivo y no en el particular, ojalá la ciudadanía pueda establecer su propio criterio informándose adecuadamente sobre el proyecto, y más aún, liberándose de manipulaciones malintencionadas que no le sirven al propósito de construir ciudad sostenible. Pasto merece más, y el compromiso de sus ciudadanos en esta aventura, es Vital.