Los días pasan y la agonía crece en los vendedores formales e informales, preocupación, incertidumbre, tristeza y desolación son las frases que se escuchan por las diferentes calles de la capital nariñense. El cierre de la Panamericana ha afectado al comercio de una manera abismal, cientos de comerciantes han tenido que tomar la triste decisión de cerrar sus establecimientos, la poca afluencia de compradores y el poco dinero que reciben los tiene en jaque.
El panorama que se vive en Pasto es desalentador, algunos centros comerciales de la ciudad no son los mismos de antes, al transitar por los pasillos de estos lugares y apreciar el rostro de los vendedores, se puede percibe zozobra y desaliento, y no es para menos, sus finanzas han disminuido notoriamente. Al cumplirse un mes de la emergencia las perdidas en el sector del comercio son millonarias
Meses atípicos
Enero y febrero se han convertido en meses atípicos y agobiantes para aquellos que salen de sus casas a rebuscarse el pan diario para llevarlo al seno de sus hogares. Los esfuerzos que ellos hacen y las largas jornadas que pasan en sus trabajos no han sido suficientes, pues el consumidor final no visita el establecimiento para hacer efectiva una venta.
Para conocer de primera mano lo que viven estos héroes del comercio, DIARIO DEL SUR, visitó el Nuevo Centro Comercial Bombona y el Pasaje Comercial La Merced con el objetivo de dialogar con vendedores y comerciantes, y confrontar las especulaciones que se escuchan por estos días. Al interactuar con ellos comprobé, que muchos han tenido que verse obligados a cerrar sus locales hasta que la situación mejore, lamentablemente algunos propietarios han tenido que despedir a sus colaboradores porque no alcanza para pagarles sus honorarios.
Recurren a prestamistas
Indagando con una comerciante me comentaba que han tenido que recurrir a los prestamistas para poder pagar el arrendo y servicios de agua y luz. El dinero no ingresa, pueden pasar 15 días y no entra un comprador al local comercial. De pasar de recibir en un mes aproximadamente 7 millones en ventas, hoy solamente se acercan a los 500 mil. Las cifras han reducido de una manera increíble y desorbitante.
Con quienes tuve la oportunidad de dialogar manifestaron que las autoridades locales y nacionales no han puesto la mirada en este sector, tampoco les han brindado alternativas para solventar sus necesidades y alivianar esta crisis económica que no se sabe hasta cuándo vaya a perdurar y que de seguir así se tendrán que ver obligados a cerrar sus negocios temporalmente.
Ventas disminuyen
La propietaria del local 101 del edificio Nuevo Centro Comercial Bombona, Ana Lucía Martínez, aseguró que las ventas han disminuido notoriamente. “El mes de enero se dice que es una época baja y con lo que estamos afrontando ahora es peor. La mercancía que se pide a Bogotá está llegando mucho más costosa, puesto que el flete ha aumentado, el problema que a travesamos por el cierre de la vía Panamericana nos ha perjudicado. Podría decir que el comercio ha disminuido en un 40%, nos toca seguir luchando porque debemos pagar impuestos y poder subsistir”.
Productos no llegan
“Nos hemos visto afectados en las ventas, han bajado de una manera exagerada, las personas no nos compran por la misma situación económica que estamos atravesando. Los productos no llegan o estos arriban un poco más costosos, el transporte se ha complicado mucho, la carga de la mercancía se subió mucho, en estos momentos es muy difícil surtirse porque no hay plata para hacerlo. Es triste porque muchos compañeros han tenido que verse obligados a cerrar sus negocios”, expresó la vendedora Karen Reveló.
Pocos compradores
El comerciante Fernando Erazo, comentó que desde los inicios de esta problemática el comercio se ha venido afectado de una manera notoria. “No solamente el sector del comercio está pasando una crisis, todos los gremios están pasado dificultades enormes. En un 70% el centro comercial se ha perjudicado, el flujo de personas ha disminuido de una manera exagerada. Estamos esperando que esta situación se normalice para que nuestra economía pueda reactivarse.
Panorama desalentador
“El panorama que se percibe es muy desalentador, mirar los pasillos vacíos y que no entran compradores y dinero es desolador. En el centro comercial aproximadamente 9 locales han tenido que cerrar, las ventas no dan para parar el arrendo, muchos hemos tenido que vernos obligado a pedir a prestamistas para poder cubrir los gastos diarios. Estamos en crisis y no hay un pronunciamiento efectivo por parte de las autoridades locales y nacionales. De seguir así la situación no sé qué más vaya a pasar”, dijo la vendedora Mónica Sandoval.
Lugar solitario
La propietaria Gilma Mesa, sostuvo “nos hemos visto afectados en un 95%, en vendas estamos en cero. En un mes cuando se pone malo hemos vendido aproximadamente 4 millones de pesos, ahora por la crisis economía que afrontamos estamos vendiendo por mucho 400 mil pesos. Diariamente se ha podido vender 30 mil pesos, y hay días en los que no entra nada de dinero. Hemos mirado como 9 locales que ya no están abriendo, las personas no vienen, este lugar se ha vuelto solitario”.
No tenemos apoyo
“La situación es muy crítica, las ventas disminuyen notoriamente, poca afluencia de personas. Definitivamente el panorama es desalentador, las autoridades no dicen nada, no hemos mirado apoyo, necesitamos soluciones prontas para alivianar las dificultades que nos encontramos pasando todos los comerciantes y vendedores del centro comercial. En el mes de enero y este de febrero no se ha venido absolutamente nada”, enfatizó la comerciante Rosario Cuaspud.
Se siente el desconsuelo
La secretaria general de la Unión General de Trabajadores Informales, Nancy Córdoba, manifestó “en un 95% nos hemos visto afectados todos los trabajadores informales. Nos desempeñamos como trabajadores en la economía popular en las calles, venimos de haber sido golpeados de una pandemia, medio nos estábamos queriendo recuperar y desafortunadamente llega este taponamiento en la vía. No hemos recibido ayuda por parte del gobierno. La ciudadanía no compra y tampoco tenemos mercancía para ofrecer. Se siente ese desconsuelo y preocupación”.