«Dejé de usar el medicamento que inhibía, el ciclo menstrual, y controlaba la enfermedad. Aun sin tantas posibilidades, la medicina intenta hasta la última etapa», dijo la cristiana.
Sin embargo, Dios ya tenía preparado algo más para ella, porque en abril de 2015, sin más opciones, su médico le dijo: «No vas a tener hijos», pero ella, tuvo fe, habló con Dios en su mente, y le dijo: «Creo en tu promesa».
Hasta que finalmente, en julio, fue sorprendida por el Señor. «Me di cuenta de que llevaba dos meses sin menstruación, lo normal en mi situación. Hasta que, por insistencia de mi marido, compré un test de farmacia. Dio positivo. Me hice un análisis de sangre al siguiente día, y dio positivo», testificó.
El 23 de febrero de 2016, dio a luz a un bebé. Los padres lo llamaron Gabriel, en referencia al pasaje bíblico, donde el ángel Gabriel, trae buenas noticias.
«La promesa de Dios, se cumplió. Hay un Dios poderoso, que hace milagros. ¡Créeme, no te rindas, porque Dios

