De manera paradójica la delicada emergencia de movilidad que desde el pasado 10 de enero se afronta en nuestro Departamento de Nariño, sirvió para catapultar a Tumaco como la zona fundamental para que la región se pudiera aprovisionar de combustible y de otros básicos, que comenzaron a escasear a consecuencia del cierre de la vía Panamericana.
En efecto, en lo que hemos observado en estos más de 20 días que lleva el bloqueo de esta importante carretera internacional, es que, como se dice de manera popular, el puerto se echó al hombro a Nariño y ha sido de importancia capital para enfrentar los grandes perjuicios que ocasiona la suspensión del tránsito entre Cauca y Nariño.
Lo cierto es que tuvo que ocurrir el deslizamiento de tierra en el sector de Rosas, para que Tumaco pudiera presentar ante el Departamento y Colombia, su verdadero potencial, en una imagen muy diferente a la que estamos acostumbrados en la que predomina la violencia.
No, ahora en desarrollo de estos hechos tan desagradables que nos ha tocado afrontar, comprobamos con gran satisfacción que el puerto nariñense se erigió como una gran alternativa para la llegada a la región toda clase de suministros, lo que, sin duda alguna, ha servido para alivianar el tremendo aprieto que significó en nuestro medio, el cierre de la vía Panamericana.
Quisimos hacer este positivo preámbulo para expresar con enorme alegría que en las últimas horas el Gobierno Nacional aprobó la suma de 30 mil millones de pesos para la ejecución de dos proyectos en Tumaco, en lo que en nuestro concepto se constituye en un justo reconocimiento a todo lo que ha significado para nuestro Departamento de Nariño, su puerto, para enfrentar una emergencia que todavía no termina.
Esa excelente noticia se oficializó luego del encuentro de ministros que se llevó a cabo en Ipiales y la visita que hizo a la ciudad de Bogotá, la alcaldesa de Tumaco, María Emilsen Angulo.
«Tumaco, acaba de demostrar que está para grandes ejecutorias y, por lo tanto, tenemos la esperanza de que muchas más obras están por llegar, para que por fin el puerto de Nariño, ocupe el lugar en el que debe estar desde hace muchos años».
Es así el ministerio del Transporte y el Instituto Nacional de Vías-Invias-, oficializaron esos recursos que serán utilizados para dos proyectos de enorme transcendencia, como lo son la ampliación de la profundidad del puerto y el mejoramiento de la vía El Pindo-El Puerto.
Lo de la profundización del puerto es fundamental, como se pudo comprobar en esta emergencia, así como el arreglo de la vía más utilizada en el puerto, lo que contribuirá a que Tumaco siga ampliando su cobertura de servicios, como se ha visto en estos momentos.
Se trata de una gran inversión que se nos antoja, premia la gestión que se ha desplegado desde el puerto, para que un producto tan básico como lo es la gasolina, haya podido llegar a Pasto y a las diferentes regiones del departamento, con la llegada periódica de un buque de buen calado, cuyo arribo se constituyó en un acontecimiento histórico para el Puerto.
De esta manera, creemos que se le empieza a hacer justicia a Tumaco, luego de largos años de olvido, que se han convertido en campo fértil para el surgimiento de grupos y actividades ilegales como sucede en estos momentos.
Por lo tanto, confiamos en que la gran inversión que se acaba de anunciar por parte del Gobierno Nacional, para la realización de dos obras básicas para el puerto, no vaya a ser la única. No, Tumaco, acaba de demostrar que está para grandes ejecutorias y por lo tanto, tenemos la esperanza de que muchas más obras están por llegar, para que por fin el puerto de Nariño, ocupe el lugar en el que debe estar desde hace muchos años.