Por: Carlos Álvarez.
Parece que la presidente del Perú se está viendo acorralada con los acontecimientos que cada día muestran una escalada. Como lo comentamos en la semana anterior, en Lima ya resultó el primer muerto en las protestas, por lo cual asciende el número de muertos a cincuenta y ocho hasta el momento de escribir estas líneas. La posición de Boluarte era que no habría elecciones hasta el año entrante, pero en vista de la presión en las calles de todo el país ha cambiado de posición proponiendo al Congreso que se adelanten para octubre de este año. Por el análisis de los acontecimientos, el Parlamento, se negará al adelanto como lo propone la presidente Boluarte.
Lo que vemos es una sublevación popular como ocurrió en Chile y en Colombia que llevará a ese país a un caos total convirtiéndolo en un estado “INVIABLE “Serían siete los presidentes que no terminan su período en el transcurso de cuatro años. Pero la situación es tan grave, que una vez se con siga la renuncia de Boluarte, según la exigencia de las mazas autóctonas en las marchas por todo el país, el futuro inmediato se lo ve muy incierto.
Lo que pase en el Perú repercutirá en toda América Latina. Colombia, Méjico, Brasil, en especial, tendrán mucho trabajo político porque necesitan una definición en su posición, obviamente sin que implique una intervención en los asuntos internos de ese país. De cómo termine el levantamiento en El Perú, dependerá en gran medida la supervivencia de los gobiernos de izquierda y el futuro de los que puedan venir. Lo cierto es que si las protestas fracasan, volverá al poder una élite que ha gobernado al país por más de doscientos años, radicada especialmente en Lima y toda la costa. Para las etnias indígenas de toda América, significaría un largo período de violencia.