Por: Manuel Antonio Rosero Trejo
En medio de esta incertidumbre por las consecuencias del derrumbe en la vía Panamericana que comunica Nariño con el resto del país, se acerca el inicio del torneo de fútbol profesional colombiano.
Para enfrentar la Liga en el primer semestre del 2023, el Deportivo Pasto cumplió con un periplo por tierras peruanas en partidos de preparación que dejó como resultado una victoria ante Melgar de Arequipa y un empate frente a Binacional que deja buenos augurios de cara al torneo local, que por adecuaciones en el estadio El Campin de Bogotá, aplaza el debut del cuadro nariñense para el 30 de enero frente a Alianza Petrolera en condición de visitante.
Por los lados del cuadro volcánico se han presentado unas cosas positivas y otras que no son nada del otro mundo en cuanto al armazón del plantel. La continuidad del técnico, en este caso Flabio Torres, es la noticia destacada, ya que sigue con el proceso, el cual fue bueno en el calendario pasado, en donde se consiguió llegar hasta los cuadrangulares finales, además se mantuvieron un grupo de jugadores que ya tienen una memoria futbolística que forman una base importante de cara al campeonato que está por iniciar.
Como siempre en el inicio de cada torneo pasa lo mismo que en anteriores años, los jugadores que fueron referentes del equipo y que se destacaron en el campeonato emigraron a otros clubes y de igual manera arriban al cuadro nariñense deportistas que asi como puedan sobresalir también pueden pasar inadvertidos.
Entre la nómina de jugadores que afrontará el torneo se tiene mucha expectativa e ilusión con ver la evolución y la fortalecimiento de canteranos como Felipe Ordoñez y Johan Camilo Campaña, a quienes solo les falta una oportunidad para conseguir buenos resultados y por supuesto que la aprovechen, jugadores oriundos de nuestra región en donde se tiene talento pero que Deportivo Pasto no los tiene en la mira.
Como nota al margen: es increíble como Nariño se encuentra totalmente incomunicado con el norte del país, y no es nada nuevo decir que es fruto de la falta de gestión por parte de los líderes de la región, a lo cual se suma la falta de empatía de la misma comunidad.
Es inconcebible como por un pocos acaparadores productos como el combustible en estas situaciones sobrepase unos valores exorbitantes y tener que pagar un solo galón hasta 40 mil pesos, en donde queda la empatía y la solidaridad?, sería la pregunta del millón.

