Este 2 de octubre llega a las salas de cine Noviembre, ópera prima del director Tomás Corredor, que ofrece una reinterpretación íntima y reflexiva de uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de Colombia: la toma del Palacio de Justicia, ocurrida hace cuarenta años.
En esta película, la acción se concentra durante 28 horas, y sitúa la narrativa en un baño dentro del edificio, escenario donde convergen guerrilleros, magistrados, empleados y civiles atrapados en medio del fuego cruzado. El director explica que ese espacio reducido funciona como metáfora del país: un conjunto de personas con diferenciadas jerarquías y realidades sociales, obligadas a convivir bajo presión y conflicto.
Los protagonistas son Natalia Reyes (interpretando a la guerrillera Clara Helena Enciso, apodada “La Mona”) y Santiago Alarcón (como el magistrado Gaona). A través de ellos, la película invita a una reflexión sobre memoria, humanidad y el peso del pasado. Corredor comenta que su investigación fue extensa: desde testimonios contradictorios hasta documentos históricos, pretende reunir voces diversas y asumirlas con respeto dentro del marco de la ficción.
Para recrear la atmósfera de los años 80, la producción se apoyó en vestuarios con telas originales, materiales de época y una iluminación fiel al estilo de esos tiempos. El propósito no es dramatizar el espectáculo bélico, sino iluminar el dolor y humanizar a quienes quedaron en ese baño, mostrando que la historia de Colombia no solo pertenece a los poderes, sino también a los ciudadanos comunes.
Según Corredor, la película cobra importancia en un país donde la narrativa histórica muchas veces queda en manos del poder: “Si dejamos los relatos en manos del poder o de los medios, no construiremos memoria”, afirma. Con Noviembre, su apuesta es recuperar esas voces silenciadas y promover un ejercicio de memoria que aporte a sanar heridas colectivas.