En los últimos años, el tema de los avistamientos de OVNIs (objetos voladores no identificados) ha generado gran interés a nivel mundial. En julio de 2023, el Congreso de Estados Unidos abordó públicamente este fenómeno, después de que pilotos y exmilitares reportaran avistamientos. Colombia no ha sido ajena a este fenómeno, y en redes sociales se han viralizado videos de pilotos que aseguran haber visto estos objetos sobrevolando el país, incluido un reciente video compartido por el artista J Balvin.
Aunque el tema sigue siendo controversial, muchos lo asocian con fenómenos astronómicos, drones o leyendas urbanas, diversas regiones colombianas cuentan con historias sobre ovnis, naves espaciales y sus supuestos tripulantes.
La Peña de Juaica En Cundinamarca, la Peña de Juaica, situada entre los municipios de Tenjo y Tabio, es conocida por sus presuntos avistamientos paranormales y su misteriosa energía. Esta formación rocosa de más de 3.200 metros de altura es considerada un «punto caliente» para los avistamientos en Colombia y Suramérica. Los ufólogos aseguran que la Peña es un “portal interdimensional” o que podría estar relacionada con leyendas indígenas sobre grandes cantidades de oro, lo que atraería a naves espaciales.
El Desierto de la Tatacoa El desierto de La Tatacoa, en Huila, es otro de los destinos más populares para el «turismo ufológico». Este lugar, conocido por su cielo despejado, tiene un «ovnipuerto» construido por dos ufólogos que creen que este sitio puede atraer a los ovnis. En la zona también se pueden encontrar artesanías relacionadas con el tema, como llaveros y estatuas de alienígenas.
Guatavita y el Cerro de Aranda
Cañón del Chicamocha y la Mesa de Los Santos En el Cañón del Chicamocha, entre los municipios de Aratoca, Cepitá, Los Santos y Jordán, se han reportado avistamientos de ovnis, especialmente después de un famoso incidente relacionado con meteoritos. La cercana Mesa de Los Santos, con historias de túneles subterráneos y luces extrañas, también se ha vinculado con fenómenos paranormales.
Estos relatos y avistamientos, aunque en gran parte basados en creencias y mitos, continúan siendo parte del misticismo y del atractivo turístico de varias regiones de Colombia.

