En un importante avance para la justicia y la memoria de las víctimas, Jorge Eliécer García Estupiñán ha sido condenado a 34 años de prisión por su participación en la desaparición forzada de cinco firmantes de paz en Nariño. La sentencia, dictada por un juez, se basa en las pruebas presentadas por la Fiscalía, a través de la Unidad Especial de Investigación (UEI), que demostraron la implicación directa de García Estupiñán en estos crímenes.
La condena a García Estupiñán, presunto mando medio de la estructura delincuencial conocida como Los de Vaca o Resistencias Unidas Campesinas (RUC), marca un hito en el proceso judicial contra las organizaciones criminales que han operado en la región. El fallo es el resultado de una rigurosa investigación que identificó a García Estupiñán como uno de los principales responsables de la desaparición de los firmantes de paz.
Firmantes de paz
Los hechos que condujeron a la condena ocurrieron el 14 de octubre de 2017 en la vereda Isupí, en El Charco, Nariño. En ese día trágico, cinco firmantes de paz fueron retenidos por un grupo de hombres armados que los acusaron de incumplir las órdenes de la red criminal en la zona. La Fiscalía presentó pruebas contundentes que demostraron que los víctimas fueron amarrados de manos y conducidos a lo largo de un río, desde donde no se volvió a tener noticias de su paradero.
El proceso judicial reveló que la desaparición forzada de estas cinco personas no fue un incidente aislado, sino un acto deliberado llevado a cabo por la estructura criminal con el fin de mantener el control y el poder en la región. Las víctimas, que habían decidido sumarse al proceso de paz, se convirtieron en objetivos debido a su supuesta desobediencia a las directrices del grupo armado.
Estructura criminal
La Fiscalía, a través de su Unidad Especial de Investigación, logró demostrar que García Estupiñán no solo tenía un rol activo en la estructura criminal, sino que también estaba directamente involucrado en la planificación y ejecución de las acciones que llevaron a la desaparición de los firmantes de paz. Las pruebas presentadas incluyeron testimonios de testigos, análisis de comunicaciones y evidencias materiales que confirmaron la participación de García Estupiñán en estos delitos atroces.
El veredicto es una victoria significativa para las familias de las víctimas y para todos aquellos que buscan justicia en el contexto del conflicto armado y la violencia en Colombia. La sentencia de 34 años de prisión impuesta a García Estupiñán refleja el compromiso de las autoridades con la reparación de los daños causados por las organizaciones criminales y la búsqueda de justicia para las víctimas de desaparición forzada. La condena también subraya la importancia de seguir adelante con investigaciones exhaustivas y procesar a aquellos que han perpetrado violaciones graves de los derechos humanos. El caso de Jorge Eliécer García Estupiñán es un recordatorio de la necesidad de fortalecer los mecanismos de justicia y protección para garantizar que los crímenes cometidos durante el conflicto armado sean debidamente castigados.