La ciudad de Pasto se enorgullece de contar con un significativo pulmón verde en uno de sus principales ejes viales: la Avenida de los Estudiantes. Esta arteria no solo es crucial para la movilidad urbana, sino que también alberga una impresionante cantidad de árboles, que convierten el lugar en un espacio de gran valor ambiental y estético.
En el separador de la avenida, se encuentran 113 árboles de diferentes edades y especies, entre los cuales destacan cerezos, quillotoctos, almendros y nogales, contribuyendo con su sombra, oxígeno y belleza al paisaje urbano.
Además de estos árboles, la Avenida de los Estudiantes cuenta con otros 140 árboles a lo largo de los andenes, que, aunque no están dentro de jardines, también forman parte esencial de este corredor ecológico que se extiende por la ciudad.
Estos árboles no solo mejoran la calidad del aire, sino que también sirven como refugio para diversas especies de fauna y ayudan a regular la temperatura, especialmente en épocas de calor.
Conservación
El presidente de la Junta de Acción Comunal, Albéniz Ramos, destacó la importancia de la preservación de estos árboles como un compromiso colectivo. “Es nuestro deber como vecinos y amigos de la naturaleza proteger, cuidar, abonar, regar en tiempo de escasez de agua y, algo muy importante, apadrinar muchos de estos árboles para que crezcan sanos y fuertes”, expresó Ramos, haciendo un llamado a la comunidad para que se involucre activamente en la conservación de este invaluable patrimonio verde.
El concepto de «apadrinar» un árbol cobra especial relevancia en este contexto. Se trata de una iniciativa que busca involucrar a los ciudadanos en el cuidado y mantenimiento de los árboles de la ciudad.
Los apadrinadores se comprometen a regar los árboles en períodos de sequía, a realizar labores de poda y a asegurarse de que estos ejemplares crezcan de manera saludable, contribuyendo así al bienestar ambiental y a la calidad de vida de la comunidad.
La Avenida de los Estudiantes se ha consolidado como un verdadero eje ambiental en Pasto, un modelo de lo que puede lograrse cuando la comunidad se une para proteger y valorar los recursos naturales urbanos. Sin embargo, la sostenibilidad de este proyecto depende del compromiso de todos.