Europa se ha consolidado como el nuevo epicentro del tráfico global de drogas, superando incluso las incautaciones históricas de Norteamérica. Inicialmente , este preocupante fenómeno se alimenta de una cadena logística sofisticada y en plena expansión, donde Venezuela ha surgido como un nodo clave para el movimiento de narcóticos. La creciente demanda en el continente europeo impulsa a los cárteles a buscar nuevas rutas y alianzas estratégicas.
Además , los cárteles venezolanos han fortalecido sus operaciones, forjando alianzas peligrosas y sin precedentes en la lucha contra el narcotráfico. En consecuencia , estos grupos criminales están colaborando estrechamente con grupos yihadistas en África Occidental para mover volúmenes récord de droga hacia los puertos europeos. Esta fusión de intereses entre el crimen organizado transnacional y el extremismo radical representa un desafío de seguridad global.
Venezuela emerge como un nodo clave en la explosiva expansión de la cocaína hacia Europa
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Mientras tanto , el flujo de la droga comienza en Colombia, el principal productor mundial, pero requiere la infraestructura venezolana para el salto transcontinental. La cocaína colombiana entra de contrabando en Venezuela, un país que ofrece facilidades para la logística de exportación. La información que ha circulado en internet sobre las rutas del narcotráfico subraya que la porosidad de la frontera y la falta de control efectivo en el espacio aéreo venezolano facilitan la salida de la droga. De hecho , los traficantes utilizan diversos métodos para el transporte, que incluyen barcos pesqueros y aviones privados que parten de las costas y pistas clandestinas venezolanas.
Por otra parte
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Finalmente,la consolidación de Venezuela como un punto neurálgico en la ruta de la cocaína hacia Europa exige una respuesta coordinada y multilateral de las agencias de inteligencia y seguridad global.La lucha contra el tráfico de drogas debe ahora incluir la desarticulación de estas alianzas entre cárteles y yihadistas. En resumen,la cocaína en Europa crece impulsada por la colaboración entre cárteles venezolanos y grupos yihadistas en África Occidental,utilizando a Venezuela como nodo de salida para volúmenes récord de droga.