Hoy quiero analizar de lo que estamos viviendo por estos días, donde los candidatos en contienda quieren llegar a la presidencia a costa de lo que sea, claro que no son como los días que vivieron nuestros abuelos y después nuestros padres, donde se luchaba codo a codo con los oponentes y donde la protagonista de esta historia de elecciones era la muerte, la antagonista era la sangre y así varios actores que se asomaban como una película de horror.
El tema de las elecciones en Colombia tuvo que ser una época invivible en nuestro territorio, solo lo salvaba la línea divisoria que partía nuestro sufrido país con nuestros eternos vecinos de Ecuador, el cual tampoco se salvaba de la salvajada política en épocas electorales, siendo ellos más bravos aún en temas políticos a punto de sacar o destronar a su presidente a punta de hacha y machete para subir otro personaje igual al destronado o aún peor.
En fin, la política en todos los lugares de nuestra América ha dejado huellas imborrables, en la que países recibieron castigo de otros que nada tendrían que ver, pero se inmiscuyeron en asuntos netamente políticos afectando la vida de toda una nación solo por política, y en Colombia nadie ha tenido que ver en nuestros asuntos, así como causar tanto daño como para estar lamentándonos y darnos golpes de pecho, pero la historia cuenta que sí hubo intromisión de países que nada tenían que ver con nosotros.
Hoy en nuestra vida moderna la muerte no deja de ser protagonista y la sangre como su otro personaje de esta película de horrores, que seguiremos filmando para nuestros hijos y nietos, donde ellos pagarán los platos rotos de toda esta inmundicia que va dejando como un cordón de vicios la política, no será como lo vivimos ayer pero el mañana se deslumbra un tanto pálido y sombría en tema político, así como cambian las cosas. Ojalá la manera de hacer política sea de otra manera como para vivirla.
La política del siglo XXI ha cambiado en su manera de manifestarse su apoyo a determinado personaje de la vida política, y en nuestro país ha llegado a tal extremo que los principales protagonistas de esta película de horrores son venerados y hasta le prenden velones y le hacen ceremonias a punto de elevarlos hasta el cielo y llamarlos mesías terrenales, pero a sus espaldas se esconden un prontuario criminal de horrores, porque la política colombiana solo ha sido y seguirá siendo eso un horror de horrores.
Pregunto ¿quién vendrá a salvarnos de toda esta hecatombe política? ¿Quién será ese personaje que salve a nuestra patria de tan podredumbre político? ¿Será que nosotros y el futuro de nuestra nación tendrá salvación de esto que llaman política? ¿Quién dijo yo?
POR: MIGUEL HERNÁNDEZ