La obra Érase una mujer X Pasto se presentó en la Casa Cultural Sala Mínima, trayendo una propuesta escénica poderosa, íntima y política. Creada por la artista Gina Gutiérrez, esta pieza combina teatro, performance, música y elementos rituales para invitar al público a una profunda reflexión sobre la feminidad, la herencia y la resistencia.
La protagonista emprende un viaje interior a través de un laberinto simbólico. En ese trayecto, se pregunta por su identidad, su deseo, su cuerpo y la memoria que habita en él. La narrativa conecta lo personal con lo colectivo, tocando temas como la opresión, la sexualidad y la resistencia desde una perspectiva femenina.
La historia se enmarca en un conflicto donde seres extraños buscan apoderarse del agua y de los recursos naturales. Esta amenaza externa sirve como metáfora de las múltiples violencias que enfrentan las mujeres y los territorios. La obra utiliza potentes imágenes escénicas, metáforas visuales y un ambiente sonoro cargado de tensión, marcado por el “boom fúnebre”, que acentúa el peligro de la pérdida.
Más que una representación teatral, la obra Érase una mujer X Pasto es un acto de resistencia artística. Interpela al espectador desde la emoción, la política y lo sensorial. Gina Gutiérrez propone una experiencia que trasciende lo escénico para convertirse en un espacio de reflexión colectiva.
Este montaje se suma al creciente movimiento de teatro independiente en Pasto, donde artistas locales apuestan por explorar narrativas alternativas. Con esta propuesta, Gutiérrez reafirma su compromiso con el arte como herramienta de transformación social.