Montaña rusa de emociones

Finalizó un fin de semana deportivo a más no poder, las emociones no se pueden contener y lo sucedido cuesta digerirlo.

El sábado nos dejó la mayor pechofriada de un equipo en mucho tiempo, el Borussia Dortmund, empato y se perdió la gran chance que tenía de romper una hegemonía de 11 años del Bayern Múnich, perdiendo la oportunidad del siglo, luchando contra un Bayern debilitado deportivamente y administrativamente, como no se había visto en los últimos 20 años.

No sin antes acostarnos viendo a Sebastián Montoya, perder una gran oportunidad en Mónaco, rompiendo alerón al intentar hacer un sobrepaso desesperado en una curva, donde solo cabe un monoplaza, desperdiciando su gran chance en el circuito donde su padre, Juan Pablo Montoya, hizo historia.

El domingo nos levantamos con la F1 y su glamuroso gran premio de Mónaco, donde, ni la lluvia e incidentes, pudieron hacerlo entretenido. Verstappen volvió a dominar, checo se quedó muy atrás y tuvo la peor carrera de su carrera, además Aston Martin le quitó la posibilidad a Alonso de su victoria #33 al hacer mal la estrategia y poner medios secos, cuando se tenía que poner intermedios de lluvia.

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Al acabar la carrera culminaron los partidos en la Premier y lo más interesante que nos dejó, fueron los descensos, en donde, tristemente, descendió el campeón más épico de los últimos 20 años en la premier. El Leicester City.

Las emociones no acabaron ahí, las 500 millas de Indianapolis empezaron y todas las esperanzas del pueblo latinoamericano, estaban con, Pato O’Ward, quien lidero casi toda la carrera y faltando 9 vueltas para el final, intento recuperar una posición perdida, por el interior de Ericsson, quien le cerró el interior. Pato, toco la tierra y se fue directo al muro, dejando a Newgarden como ganador de las 500 millas de Indianapolis.

Las emociones se acabaron con la Liga Bet Play con la segunda fecha de los cuadrangulares finales, en donde se empiezan a ver quiénes son los verdaderos favoritos y quienes son las decepciones o ‘vende humo’.

Después de dos días de estar sin poder pararse del sofá, estamos de acuerdo que fue un fin de semana emocionante, siendo una montaña rusa de emociones y paros cardiacos, que no se va a volver a vivir en mucho tiempo, con el fin de temporada en las ligas en europeas.

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