Una jornada que debía estar cargada de afecto y unión familiar se convirtió en un episodio de luto y conmoción. El caso de David Esteban Nocua Monrroy, un joven de 14 años que había desaparecido el pasado 8 de mayo en el barrio Miravalle, localidad de Usme, terminó en tragedia cuando su propia madre lo encontró sin vida en un área boscosa, cerca del río Tunjuelito y del botadero Doña Juana.
Desde el momento de su desaparición, la familia de David emprendió una intensa búsqueda con apoyo de vecinos y conocidos. Durante dos días mantuvieron la esperanza de encontrarlo con vida, pero el destino les mostró una realidad cruel: el cuerpo del menor fue hallado en circunstancias aún por esclarecer, lo que ha abierto una investigación formal por parte de las autoridades.
Intuición
La madre del joven, impulsada por su intuición y angustia, localizó el cuerpo e inmediatamente acudió al CAI La Aurora para dar aviso a las autoridades. Minutos después, una patrulla de la Policía Metropolitana de Bogotá llegó al lugar, donde confirmó que el cadáver correspondía, en efecto, al del menor desaparecido.
El teniente coronel Norberto Caro, comandante operativo de Seguridad Ciudadana #2, ofreció una declaración oficial sobre los hechos:
“La Policía Nacional se permite informar que una vez una ciudadana de la localidad de Usme llega al CAI La Aurora manifestando que en inmediaciones del río Tunjuelito se encuentra, al parecer, el cuerpo sin vida de un menor de 14 años que probablemente era su hijo, nos desplazamos hasta dicho lugar. Efectivamente se encontró un cuerpo masculino sin vida. La situación se puso en conocimiento de las autoridades judiciales para que se establezcan las circunstancias de tiempo, modo y lugar.”
Homicidio
Hasta el momento, no se han revelado detalles sobre el estado del cuerpo ni las posibles causas de la muerte. Sin embargo, fuentes no oficiales han señalado que se trataría de un homicidio, y que el lugar donde fue hallado el menor podría haber sido usado para abandonar el cuerpo. La comunidad ha solicitado que se esclarezcan rápidamente los hechos y que se proteja a otros jóvenes en la zona.
David Esteban era un joven estudiante, descrito por vecinos como alegre, tranquilo y muy unido a su familia. La tragedia ha dejado un fuerte impacto emocional en el entorno cercano y ha motivado múltiples llamados desde la sociedad civil para que se refuercen las medidas de búsqueda temprana de menores desaparecidos. El Instituto de Medicina Legal se encuentra a cargo de la necropsia, mientras que la Fiscalía General de la Nación y la Sijin han asumido la investigación para determinar si se trató de un acto violento y quiénes serían los responsables.

