Jóvenes desertan de las disidencias en Tumaco

En un hecho que marca un importante avance en la lucha contra la violencia y el reclutamiento forzado de menores en el país, dos jóvenes identificados preliminarmente como Aldemar Quiñonez y Laureano Angulo se entregaron voluntariamente al Ejército Nacional de Colombia. Ambos pertenecían a las estructuras criminales Ariel Aldana y Franco Benavides, asociadas con la disidencia de las FARC, conocida como la Segunda Marquetalia, en Tumaco, Nariño.

Lo que motivó su decisión de desertar fue su negativa a cumplir con una de las exigencias más crueles de estos grupos: el reclutamiento forzado de menores de edad. Esta práctica, que ha sido una de las características más infames de las organizaciones armadas ilegales, ha sido rechazada por los jóvenes, quienes decidieron no seguir con la violencia y, en su lugar, entregar sus armas y someterse a la justicia.

Valentía

La valentía de estos jóvenes es reflejo de un cambio en la dinámica de las estructuras ilegales que operan en el Pacífico nariñense. Durante el primer trimestre de 2025, cinco integrantes de grupos armados organizados han desertado voluntariamente, lo que denota un debilitamiento progresivo de las fuerzas residuales de las FARC y otros actores armados ilegales que desde hace años siembran el terror en la región. Este fenómeno se ha visto acompañado por los contundentes resultados de las operaciones militares sostenidas de la Fuerza de Tarea Hércules, una unidad del Ejército Nacional que ha estado realizando operaciones en el territorio con el objetivo de desmantelar estas organizaciones criminales.

Deserción

Además de las deserciones, se ha logrado la captura de siete personas por su presunta participación en actividades delictivas, lo que refuerza la estrategia de golpeo a las estructuras ilegales en la región. La recuperación de dos menores de edad, quienes hoy se encuentran bajo protección del Estado, también es un logro significativo, pues se garantiza su restitución de derechos y protección integral frente a los abusos de los grupos armados ilegales.

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Gracias a la presencia constante de las tropas en áreas estratégicas, se han debilitado las estructuras como la de la Segunda Marquetalia y la Estructura 30 del Bloque Occidental Alfonso Cano (BOJA), responsables de afectar gravemente a la población civil en Tumaco y sus alrededores. Las operaciones de la Fuerza de Tarea Hércules han sido fundamentales para generar un entorno más seguro para las comunidades, golpeando directamente las fuentes de poder de los grupos armados ilegales en la región. El Ejército Nacional, a través de la Fuerza de Tarea Hércules, ha reiterado su firme compromiso con la defensa de la soberanía del Pacífico nariñense, con el respeto por los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, así como con la protección de la niñez.