Hernando Chindoy: el guardián descalzo del agua que conmovió al mundo

Con los pies descalzos, la mirada limpia y el alma llena de sabiduría ancestral, Hernando Chindoy, líder indígena inga del resguardo de Aponte (Nariño), subió al escenario de la Earth Summit en París para recibir uno de los premios ambientales más importantes del planeta. Allí, entre representantes de 104 países y 410 proyectos de talla mundial, su iniciativa Wuasikamas Ëconeêrã que en lengua inga significa “Guardianes del agua que caminan” fue reconocida como el mejor proyecto ambiental del mundo.

Chindoy no llegó con trajes de gala, sino con el atuendo que representa su historia: su balaca tejida en chaquiras, su collar multicolor que cuenta relatos invisibles, su carriel terciado al hombro, y su dignidad indígena vestida con elegancia silenciosa. Mostró, sin más armas que el conocimiento heredado, que la tierra puede sanar si se le escucha desde la raíz.

La propuesta premiada integra saberes de los pueblos eperara, awá, cofán e inga, y ha restaurado sistemas hídricos en territorios golpeados por décadas de cultivos ilícitos. Gracias a técnicas tradicionales de manejo del agua, hoy se protegen más de 25.000 hectáreas de biodiversidad. Pero su impacto va más allá: fortalece la gobernanza indígena y siembra educación desde la pluriversidad, una visión que une ciencia y cosmovisión para enfrentar la crisis climática.

loading...

Hernando, con su voz pausada y su andar descalzo, nos recordó que no hay mejor forma de amar la tierra que sintiéndola en la piel. Hoy,  su ejemplo nos invita a volver a mirar lo ancestral no como pasado, sino como guía del futuro. Y desde lo más profundo de la montaña, su mensaje resuena en el mundo: la sabiduría del planeta vive en los pueblos que la han cuidado por siglos.