Este viernes 25 de julio de 2025 se conmemora por primera vez el Día Internacional del Bienestar Judicial. Más allá de una efeméride, esta jornada busca visibilizar las condiciones reales en las que trabajan jueces, juezas, magistrados y demás funcionarios del poder judicial. Detrás de la imparcialidad esperada, hay seres humanos que enfrentan desgaste emocional, aislamiento y una presión constante derivada de sus decisiones.
La fecha coincide con el aniversario de la Declaración de Nauru sobre el Bienestar Judicial y fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. El objetivo es claro: promover entornos saludables y éticos dentro de los sistemas judiciales del mundo, así como recordar que la calidad de la justicia depende también del equilibrio personal de quienes la aplican.
Bienestar para fortalecer el Estado de derecho
El bienestar judicial no es un asunto privado. Según marcos internacionales como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, proteger la integridad de quienes ejercen la justicia es vital para prevenir abusos de poder y garantizar la independencia de los tribunales. Magistrados sometidos a jornadas extensas, amenazas o ambientes tóxicos están más expuestos a errores, presiones externas e incluso a perder de vista la imparcialidad.
En este sentido, la fecha busca abrir espacio a temas urgentes como el estrés crónico, el acoso laboral, la sobrecarga de expedientes o la falta de recursos humanos en los tribunales. También se promueve el respeto por los derechos laborales, la autonomía en la toma de decisiones y el acceso a herramientas de autocuidado.
Actividades y reflexiones globales
En distintas partes del mundo, el Día Internacional del Bienestar Judicial se celebra con conferencias, encuentros de sensibilización, campañas institucionales y espacios de diálogo. Jueces y funcionarios comparten experiencias, proponen mejoras y reflexionan sobre cómo crear una cultura organizacional que cuide tanto la justicia como a quienes la sostienen.
Una justicia fuerte se construye desde adentro. Este 25 de julio, el llamado es a reconocer que el equilibrio personal no es un lujo, sino una condición básica para ejercer con ética, rigor y humanidad.