Las autoridades colombianas dieron un golpe contundente contra la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor: este lunes 1 de diciembre, Migración Colombia informó la expulsión de nueve adultos miembros de la agrupación, mientras los 17 menores que los acompañaban fueron enviados a Estados Unidos y entregados a las autoridades de protección infantil.
El grupo había sido localizado en un hotel del municipio de Yarumal (Antioquia), tras una alerta emitida por Interpol. Cinco de los menores tenían una “circular amarilla” de esa organización, lo que indica que estaban reportados como desaparecidos o bajo riesgo de secuestro o trata de personas.
Según Migración Colombia, aunque los menores ingresaron al país acompañados por adultos del grupo, ninguno de ellos contaba con custodia legal vigente, razón por la cual se determinó la intervención inmediata de las autoridades.
Tras su rescate inicial, los 26 integrantes del grupo —adultos y menores— permanecieron durante una semana en el centro migratorio de Medellín bajo la custodia del ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar). Luego se coordinó un vuelo hacia Nueva York, escoltado por oficiales de Migración, para efectuar la expulsión de los adultos y entregar a los menores a Child Protective Services de EE. UU.
La medida se suma a una serie de operaciones recientes contra Lev Tahor en varios países, donde sus miembros han sido investigados por presuntos delitos graves como abuso infantil, matrimonios forzados, trata de personas y secuestrO
La directora de Migración Colombia, Gloria Esperanza Arriero, insistió en que la prioridad fue garantizar la protección de los menores y que la acción buscó impedir que la secta “estableciera una nueva colonia en Antioquia”, como lo han intentado en otros países.
🔎 Importancia del caso
- El operativo demuestra una coordinación eficaz entre Migración Colombia, autoridades migratorias internacionales (Interpol) y organismos de protección infantil, lo que permitió detectar y actuar antes de que la secta se asentara y pusiera en riesgo a menores de edad.
- Representa una advertencia clara para grupos similares: Colombia deja claro que rechazará la presencia de organizaciones con denuncias de abusos, especialmente cuando estén dirigidas a menores.
- Para la comunidad local en Yarumal, el episodio genera preocupación sobre cómo grupos con historial internacional pueden intentar infiltrarse en zonas rurales en busca de anonimato.
- A nivel internacional, el caso refuerza la necesidad de cooperación transfronteriza contra sectas que operan en varios países, buscando evadir la justicia y explotar vacíos legales.

