Como ya es costumbre en la ciudad, la gestora social Ximena Pineda llevó a cabo la tradicional chocolatada, que en esta ocasión se realizó en el barrio Obrero, reuniendo a decenas de familias en un ambiente lleno de alegría, dulzura y amor.
Niños y niñas disfrutaron de una tarde especial donde el chocolate dulce, los juegos y las actividades recreativas fueron protagonistas. El encuentro no solo brindó momentos de diversión, sino también esperanza y mensajes de unión para la comunidad.
Durante la jornada, se entregaron regalos que hicieron sonreír a los más pequeños, reafirmando que son el motor que impulsa el desarrollo y la energía del territorio. Cada obsequio fue recibido con gratitud y entusiasmo por parte de los asistentes.
Iniciativas
Las familias destacaron la importancia de mantener vivas estas iniciativas que fortalecen la cercanía entre vecinos y promueven valores como la solidaridad, la empatía y el trabajo conjunto por la infancia.
Desde la Alcaldía Municipal se resaltó el significado de estos espacios que año tras año generan ilusión en diferentes barrios, llevando alegría y acompañamiento a quienes más lo necesitan.
“Agradecemos a todas las personas que hicieron posible este hermoso encuentro que fortalece la unión y la esperanza en nuestra comunidad”, señalaron representantes de la Administración local.
Experiencia
La chocolatada del barrio Obrero no solo cumplió su objetivo de regalar sonrisas, sino que también se convirtió en una experiencia que dejó huella en las familias asistentes, reafirmando el compromiso de la gestora social con la niñez del municipio.
Con cada edición, este evento se consolida como una de las tradiciones más queridas por la ciudadanía, demostrando que pequeños gestos cargados de amor tienen un gran impacto.
El gobierno local reafirmó que continuará promoviendo espacios de encuentro y solidaridad en otros barrios del municipio.
La sonrisa de los niños será siempre la mejor recompensa para quienes trabajan por mantener viva esta hermosa tradición.