Por: Emilio Jiménez Santiusti
La justicia se acelera y es más eficiente cuando está acompañada y vigilada por los medios masivos de comunicación o también, al presentarse una presión social virtual o personal. Si bien lo anterior aporta, no necesariamente produce los resultados deseados.
Tal es lo que está sucediendo con las denuncias hechas por el exsenador, Gustavo Bolívar, sobre una red de trata de personas – él especifica mujeres – en el, nada más y nada menos, Congreso de la República. Aunque el proceso va avanzando y Bolívar ha comparecido y ampliará las acusaciones ante las autoridades correctas; sí es triste ver que no prospera como debiera esperarse.
Con estas imputaciones tan gravísimas, las cuales, manchan a nuestros padres de la patria, pensé que la ciudadanía, los grupos feministas de todo el país, las autoridades, las familias, los influenciadores, los líderes sociopolíticos, los estudiantes de colegios y universidades, en fin, un gran estallido social, iban a presionar para que se denuncie con nombres y apellidos por más poderosos que sean.
Ese acompañamiento general que aún se puede dar, si bien tiene como objetivo una justicia real, por ahora tendría un compromiso más importante y eficaz, y es que las mujeres acosadas sientan respaldo de país y denuncien todo lo que saben, así el líder de la banda sea el mismísimo ‘gran colombiano’.
Ese amparo nacional para que las mujeres víctimas de acoso sexual en el Congreso, denuncien, generará un efecto dominó y ejemplarizante en tantas personas quienes sufren por este delito. El silencio de ellas, afectadas en su dignidad, se da única y exclusivamente por físico y sicológico miedo.
Debe ser muy frustrante y tedioso que tu acosador delincuente sea una persona poderosa, y que todos los días te advierta que si lo denuncias nunca más volverás a trabajar en ninguna labor, que arruinará tu vida o simplemente amenaza de muerte a ti y a tu familia.
Ese acompañamiento de todos los sectores, que aún lo espero, debe velar y custodiar de por vida a quienes desean denunciar, si las víctimas se dan cuenta de que su existencia personal y laboral continuará sin riesgos, sin duda imputarán cargos contra esos delincuentes.

